Esta entrada del
blog no gracias y el
editorial del BMJ que traduce y reproduce integramente vienen a confirmar una vieja sospecha : la escasa efectividad de la mayoría de los nuevos fármacos antineoplásicos para prolongar la vida de los pacientes, sus altísimos costes , la permisividad de los reguladores a la hora de aprobar su uso y el menor rigor que se les exige en los ensayos clínicos, todo ello aprovechando el miedo y la alarma social que esta enfermedad genera .
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